Nunca he estado pero en Bélgica dicen que la ciudad más fea del mundo se halla en su territorio. Se trata de Charleroi, cuya demacrada imagen se debe a la industrialización: al parecer antaño era tan bonita y limpia como cualquier otra pero la actividad continua de sus fábricas la ha teñido de gris. Este verano trataron de paliar un poco tan mala fama con un proyecto llamado Couleurs Carolo, ideado por la compañía AkzoNobel.
http://youtu.be/snm803UXask
Consistió en pintar de vivos colores diferentes elementos arquitectónicos de 6 barrios. En cada uno de ellos, un embajador (el carolo del nombre), hizo de intermediario para escuchar las sugerencias de los vecinos y, si Charleroi sigue sin ser una belleza, al menos ahora presenta una cara más alegre.